Para muchos los que conocen
de la teoría de la Alemania nazi solo se imaginan una serie
de atrocidades, un historial extremadamente sangriento. Tales hechos que acontecieron
cuando Adolf Hitler de origen Austriaco, un hombre que salió de la nada asumió el
total poder del imperio Alemán y se apoderó de una gran parte de tierra europea.
Pero para poder haber realizado sus conquistas y controlar a las masas con sus impresionantes
oratorias, la prensa fue uno de los grandes soportes para que sus intenciones por
su amor ajeno hacia Alemania se hayan realizado.
Un
30 de enero de 1933, el Reichstag (parlamento alemán)
autorizó
a Hitler asumir el control total del Imperio Alemán y el 24 de marzo del mismo año el Partido Nacionalsocialista
Alemán de los Trabajadores dio su iniciación a modelar el nuevo
sistema político y social en la sociedad . Uno de esas grandes Metamorfosis de
Alemania fue la libertad de Prensa. Aproximadamente más de mil periodistas
alemanes, conservadores, comunistas y todo aquel que estaba en contra de la teoría
nazista, perdieron sus trabajos, los arrestaron o los enviaron al destierro. Se
cerraron 200 diarios social democráticos y 35 diarios comunistas. Pero lo que
puso fin a toda simulación de libertad de expresión, fue el 4 de Octubre de
1933 donde el Jefe de Prensa del Reich, Otto Dietrich estableció la ley de
prensa compuesta por 47 artículos. Los editores debían ser arios y no podían casarse con personas que no fueran
de esa raza, personas o grupos que pertenecían en lugares religiosos y a otras organizaciones
gremiales le estaba prohibido editar periódicos, revistas, etc. y así demás leyes
que los periodistas de este tiempo debían obedecer si querían valerse de
respeto del gran nazismo que predominaba en esa Alemania.
Los nazis promovieron
propagandas y varias películas para originar su visión. Los principales temas
era de las virtudes del tipo nórdico y ario, la fuerza industrial alemana, y la
maldad de los enemigos de los nazis incluso de como ellos supuestamente eran
tratados en los campos de concentración, algo diferente de lo que hoy en día
todos ya están al tanto de cómo sucedió realmente. Se organizaba la quema de libros
cuyos autores eran judíos o antigermanos como lo consideraba el nuevo gobierno Alemán.
Incluso era una obligación poseer en las casas, como una biblia para los arios,
el famoso Mein Kampf, un libro lleno de odio escrito por el mismo Adolf
Hitler. Joseph Goebbels fue
el encargado como ministro de propaganda en realizar estos trabajos.
La nación estaba
encantada con ese nuevo estilo de vida que su gran Líder había impuesto después
de varias épocas de pobrezas y caos que fue uno de los grandes proyectos que
discretamente son admirados hacia el führer en esta época. Pocos eran
los que advertían en el proyecto que Hitler estaba realizando. Uno de ellos fue
Fritz Gerlich, un periodista que nació en Munich un 15 de
febrero de 1883, empezó interesarse en Adolf Hitler cuando este aún hacia sus
concentraciones en una cervecería. En varias ocasiones expresaba a su editor lo
que Hitler quería realizar con Alemania, esto le costó su trabajo ya que el
medio en el que trabajaba estaba de acuerdo con el nuevo gobierno por miedo a
conflictos. Decide marcharse,
fundando el "Illustrierter Sonntag", desde donde sigue criticando al führer.
Tras el cierre de este diario, se ve obligado a fundar otro en 1932: "Der
gerade Weg", en el que sigue advirtiendo de "la nueva
barbarie" hitleriana que está caracterizada "por una
falsedad de fondo".
Ante las elecciones en las
que Hitler asume al poder, Gerlich en sus últimos artículos escribió: “Quien hoy no va a votar asume una gran
responsabilidad ante Dios, ante los hijos y los hijos de los hijos. Y lo decimos
además: es deber de todo católico votar por los partidos que defienden los
principios eternos de la iglesia”. A
pesar del plan de fuga a Suiza que estaba entre sus propósitos con otros de sus
colegas, el 9 de marzo de 1933
es
arrestado y llevado al campo de concentración de
Dachau, uno
de los primeros en edificarse. Falleció
el 1 de julio de 1934 durante la noche de los cuchillos
largos. Su esposa recibió la confirmación de su deceso tras
recibir en su casa sus anteojos ensangrentados enviado por los nazis como “recuerdo”.
Fue un periodista muy
valiente, incluso fue retratado en la película Hitler: The Rise Of Devil. Habló a tiempo pero nadie lo quiso
escuchar, el final todos los saben, Alemania terminó mal como él lo escribía en
sus artículos.
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